Por lo tanto, vemos que este tipo de actividades en los que los alumnos se sitúan de forma real ante los problemas que plantean los contenidos curriculares son fundamentales a la hora de fijar los conocimientos y adquirir las competencias básicas.
(Figura 2)
En el caso de la maqueta de vivienda, la actividad pasa se ser fundamental a imprescindible si queremos abordar de forma completa el criterio de evaluación del diseño curricular "Diseñar, simular y
realizar montajes de circuitos eléctricos sencillos en corriente continua, empleando pilas, interruptores, resistencias, bombillas, motores y electroimanes, como respuesta a un fin predeterminado."
Es
en el taller cuando están aplicando los conocimientos adquiridos en las fases previas, cuando
están aplicando dichos
conocimientos en algo real, entonces
lo aprendido cobra significado y es en este momento los alumnos
se hacen realmente conscientes de que han aprendido por fin algo relevante,
unos conocimientos que podrían aplicar más allá de la escuela, y notas que en muchos casos se les ilumina la cara.
Es realmente gratificante ver las reacciones de los alumnos cuando terminan de realizar las conexiones eléctricas de la
maqueta. Te reclaman para que les proporciones las bombillas, el motor y la pila para probar su funcionamiento, y
cuando la prueban y ven que funciona observas rostros alegres, de satisfacción, alguno comenta incluso
"me están entrando ganas de hacer una maqueta de una vivienda en mi casa". En ese momento el profesor les felicita con una sonrisa y les comenta con un poco de apuro que deben desmontar los cables con cuidado para dejar libre la maqueta a uno de los grupos que están trabajando con las prácticas de electrónica y en ocasiones se verbalizan quejas, es lógico, les estas pidiendo que desarmen algo suyo, algo que han creado,..., alguna alumna comenta que se quiere llevar la maqueta a casa.
(Figura 3)
b) Trabajo de taller y atención a la diversidad:
También este tipo de
actividades de taller se convierte en una
oportunidad para algunos de los
alumnos que durante las fases anteriores de la secuencia de aprendizaje en las que se trabajaba a través de las fichas de actividades
se apartaban del trabajo de grupo, no realizaban las tareas de casa y entregaban los exámenes en blanco. Es de sentido común entender que si se cuenta con 25 alumnos
en el aula estén presentes distintos estilos de aprendizaje, y por lo tanto, es
lógico que se les planteé a lo largo del desarrollo de la programación didáctica
distintos tipos de actividades de aprendizaje que atienda a dicha diversidad.
No solo me encuentro con distintas preferencias a la hora de aprender, sino que
también me hallo con
alumnos cuyo nivel en competencia matemática y lingüística es tan bajo, que no son capaces de acceder al aprendizaje a través de las actividades "más clásicas" planteadas sobre papel. Pero que sin embargo, al plantearles el trabajo de taller en ocasiones les encuentras liderando sus grupos a la hora de realizar el montaje del circuito eléctrico con mayor o menor acierto, ya que en la mayor parte de las ocasiones se notan las grandes lagunas de conocimiento derivadas de la falta de trabajo en las fases previas.
Por lo tanto,
el trabajo de taller no solo es positivo como complemento para lograr un aprendizaje más significativo de los contenidos que se abordan en la asignatura de tecnología, y preceptivo en ocasiones para abordar de forma completa cierto criterio de evaluación, sino que
es necesario para atender a la diversidad en el aula.
(Figura 4)
c) El papel de las actividades previas al trabajo de taller:
Considero que el trabajo previo en clase con las
fichas de ejercicios, las tareas para casa, las pruebas de evaluación escrita son muy importantes a la hora que crear los
cimientos a partir de los cuales los alumnos logran los criterios de evaluación del diseño curricular, y por lo tanto,
para la adquisición de las competencias básicas asociadas a los mismos. Aunque
corremos el riesgo de quedarnos a mitad de camino si en ocasiones no introducimos el trabajo de taller.
Durante estos días he podido observar como en los
grupos en los que se han concentrado alumnos con peores calificaciones en las fases previas (en esta actividad les he dejado agruparse libremente)
he tenido que prestarles un mayor apoyo en la fase del diseño del esquema eléctrico de la vivienda y finalmente han sido capaces de conectar correctamente los cables de la maqueta, mientras que en lineas generales los
grupos en los que se han concentrado alumnos con mejores calificaciones han sido capaces de desarrollar su
trabajo de una forma más autónoma apenas sin ningún tipo de ayuda, es decir, son los que
han logrado alcanzar un nivel más alto de competencia.
d) El papel del docente como guía en las prácticas de taller:
Al igual que se ha observado cuando se trabaja con los alumnos en otros tipos de actividades (realización de fichas de actividades en papel, elaboración de fichas de cuestiones en el ordenador, simulación de circuitos con aplicaciones informáticas,...)
el papel del docente como guía de los aprendizajes es clave. No estamos hablando solo de la necesidad de aportar una explicación inicial sobre lo que los alumnos deben realizar o resolver las dudas que van surgiendo durante la sesión, sino también
a la hora de ayudarles a interpretar los resultados a los que llegan, por ejemplo en las prácticas de electrónica.
Por ejemplo, la primera práctica de electrónica consistía en colocar tres resistencias en serie dentro de una placa protoboard y medir con el polímetro la tensión que se quedaba cada resistencia para posteriormente calcular la intensidad mediante la ley de Ohm.
Los alumnos, a no ser que el docente les interrogue acerca de los resultados que van obteniendo, se limitan a rellenar la tabla y continúan con la siguiente práctica. Es decir,
los alumnos necesitan de alguien que les realice las preguntas oportunas a través de las cuales se produzca el hilo de respuestas adecuadas que conduzca a la conclusión final, la cual contiene en definitiva la clave del conocimiento que se desea que los estudiante adquieran.
(Figura 5)
Por falta de tiempo,
ningún grupo ha conseguido llegar a la última práctica de electrónica a través de la cual se podía visualizar cómo combinando un sensor (en este caso, un sensor de luz LDR) con un transistor se podía controlar en encendido o apagado de un receptor (en nuestra práctica un diodo LED).
En uno de los grupos de tercero (el de menor ratio)
he podido aprovechar para llamar a los alumnos de cuatro en cuatro
y explicarles esta práctica mientras el resto repasaba actividades en el ordenador.
(Figura 6)
En un primer momento, les he explicado el circuito en la pizarra. Básicamente lo que sucede en el circuito de la figura 6, es que al disminuir el nivel de luz, la resistencia del sensor LDR aumenta por lo que también aumenta la tensión en el punto A. Debido a esto también aumenta la intensidad de corriente que llega a la base del transistor por lo que este se satura y deja pasar corriente del entre el colector y el emisor y por lo tanto también por el diodo LED, el cual se enciende. En definitiva, cuando baja el nivel de luz, el diodo LED se ilumina de forma automática.
La ventaja en relación a otras ocasiones en las que he tenido que explicar este tipo de circuitos es que los días anteriores habían estado trabajando en las prácticas de electrónica la relación que existía entre el valor de la resistencia y la caída de tensión, por lo que
estaba haciendo referencia a algo que ellos habían demostrado. Tiene
más fuerza algo que ellos han visto in situ una vez que algo a lo que ya asevero con mis palabras cien veces, de esta manera ha sido más fácil que relacionaran lo que ellos habían experimentado previamente con lo que yo les estaba contando en esos momentos.
Después de la explicación hemos apagado las luces del aula y hemos podido comprobar cómo efectivamente se encendía el diodo LED. Muchos de los alumnos han reaccionado con exclamaciones de sorpresa, como si estuvieran asistiendo a un truco de magia. En esos momentos entre todos hemos interpretado qué es lo que había sucedido. Lo cierto, es que el
montar yo mismo la práctica y mostrarla, interpretarla también tiene mucha fuerza, y es bastante efectiva en relación al tiempo empleado.
e) Algunos puntos a mejorar:
Tal vez
no deberíamos dejar para el final este tipo de actividades fundamentales para poder obtener un aprendizaje efectivo, podrían intercalarse pequeñas prácticas o paneles de visualización en la que se observara de forma real (creo que no pueden ser ni siquiera sustituidas por las animaciones de ordenador) cada uno de los conocimientos que se van adquiriendo. Por ejemplo, la ley de ohm están en parte creyéndosela a través de la práctica 1 y 2 de las prácticas de electrónica, se podría crear un panel para que lo puedan visualizar, tal vez podría ser creado por el docente para apoyar las explicaciones.
Por otra parte, un problema que me he encontrado es que en ocasiones no he podido atender a todos los grupos de alumnos en el taller, en una entrada anterior me he llegado a comparar con un bombero intentando sofocar fuegos. Una posible alternativa que va en la misma línea que el párrafo anterior sería
proponer pequeñas prácticas que los alumnos pudieran realizar al tiempo que están realizando las fichas de actividades escritas, es decir, una posible secuencia de actividad sería la siguiente: El docente introduce la teoría de magnitudes eléctricas, entrega la ficha de ejercicios para trabajar en grupos pero uno de los grupos en lugar de hacer la ficha se pone a trabajar con la práctica (la cual incluso ha podido servir al docente previamente para apoyar la explicación inicial), a lo largo de la sesión los grupos de alumnos van pasando para realizar dicha práctica, la cual se puede proponer como un ejercicio más de la ficha de actividades.