martes, 3 de diciembre de 2013

Cuando el profesor se dispone a explicar,..., y se ve continuamente interrumpido

Como otros días, al principio de la clase me he dispuesto a explicar a los alumnos los ejercicios que debían realizar en grupo durante la hora, me cuesta varios minutos que las alumnos se sienten, empiecen a guardar silencio, saquen los materiales con los que estamos trabajando. Otro punto conflictivo es el momento en el que debo entregarles materiales que anteriormente había recogido, aquí de nuevo se forma alboroto. Una vez que lo consigo el comportamiento de la mitad de la clase ha sido muy correcto pero en las filas de atrás continuamente estaban hablando, haciendo ruido, dándose la vuelta,....., lo cual me ha hecho en varias ocasiones perder los nervios, cabrearme con ellos, interrumpir la explicación continuamente,...., no sé exactamente que postura tomar con respecto a esta situación o qué medidas podría poner en práctica para evitarlo.

¿Cómo fomentar unas rutinas en los alumnos con el fin de evitar el alboroto que se forma al principio de la clase?, ¿Cómo evitar que continuamente se despinten mientras estoy dando las instrucciones para realizar la actividad?.

Una de las medidas que creo que debo tomar es acudir al aula con el tiempo suficiente para preparar todos los materiales e incluso empezar a escribir en la pizarra las explicaciones que vaya a emplear. Podría delegar el reparto de los materiales entregados a algún alumno con lo que ese tiempo lo puedo emplearlo para controlar mejor la clase.

En cuanto a las interrupciones durante las explicaciones, debo seguir observando qué medidas tomar para disminuir su frecuencia, e impedir que me afecte en mi ánimo.

Resultados observados tras la clase:
El hecho de entregar los materiales a los alumnos para que sean ellos quienes los reparten es positivo, porque yo estoy más libre para estar pendiente de llamar la atención a quienes no sacan el material, pedirles que tiren el chicle,...., esta parte de la clase aunque se puede mejorar todavía más ha ido mucho más fluida.

El problema lo he seguido teniendo al tratar de explicar los tres ejercicios que debían hacer en clase, esta fase debería ser lo más corta posible, además se junta que casi ningún grupo había realizado los ejercicios anteriores, los ritmos son muy diversos, así que el trascurso de la clase considero que ha sido un poco caótico, demasiadas tareas (cuatro o cinco ejercicios) abiertas y los alumnos sin tener claro que debían hacer. Por otra parte veo que solo atienden a las explicaciones de forma eficaz cuando voy realizándolas en los grupos.

Al final creo que lo más sensato a la hora de trabajar este tipo de ejercicios es lo siguiente:
- Pedir la realización de solo un ejercicio.
- Introducir los pasos clave en la pizarra.
- Pasar por los grupos para atender a las dudas.
- Tener planificados ejercicios para que refuercen lo trabajado en clase.
- Recoger los ejercicios al final de la sesión.

Algo que tampoco he planificado convenientemente es la graduación en la dificultad de cada una de las tareas de la ficha de actividades, lo cual no facilita que sean autónomos a la hora de realizarlas solos en los grupos.

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